Los motores eléctricos de baja tensión son esenciales en la industria moderna por su eficiencia, versatilidad y bajo impacto ambiental. Conocé cómo funcionan, sus diferencias y aplicaciones.
¿Qué es un motor eléctrico de baja tensión?
Un motor eléctrico de baja tensión es un dispositivo que convierte energía eléctrica en energía mecánica y opera con una tensión nominal menor a 1.000 V en corriente alterna. Gracias a su eficiencia energética, tamaño compacto y confiabilidad, estos motores son fundamentales en la automatización industrial, los sistemas de climatización, la movilidad eléctrica y otras aplicaciones clave.
Aplicaciones comunes
Estos motores están presentes en múltiples sectores productivos, donde cumplen funciones críticas que favorecen la eficiencia, el ahorro energético y la precisión operativa. Algunas de sus aplicaciones más frecuentes incluyen:
- Automatización industrial: impulsan bombas, cintas transportadoras, ventiladores y compresores en procesos automatizados.
- Sistemas HVAC: controlan ventiladores y compresores en sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
- Electrodomésticos: proporcionan la energía necesaria para lavadoras, heladeras y otros artefactos del hogar.
- Energías renovables: participan en sistemas eólicos y solares, facilitando la conversión y gestión de la energía generada.
- Vehículos eléctricos: son clave en funciones auxiliares como la dirección asistida o el sistema de climatización.
- Agricultura: impulsan sistemas de riego y maquinaria agrícola para mejorar la productividad.
- Robótica y herramientas de precisión: ofrecen control fino y respuesta rápida en aplicaciones que exigen exactitud.
Tipos de motores eléctricos de baja tensión
Los motores de baja tensión pueden clasificarse según el tipo de alimentación eléctrica que utilizan:
– Motores monofásicos
Funcionan con una sola fase de corriente alterna. Son comunes en entornos residenciales o en pequeñas instalaciones, ya que resultan más accesibles y sencillos de instalar. Se utilizan en electrodomésticos, bombas de agua y ventiladores pequeños. Su rendimiento, sin embargo, es limitado frente a opciones industriales.
– Motores trifásicos
Funcionan con tres fases de corriente alterna. Están diseñados para soportar cargas mayores y operar de forma continua con alta eficiencia. Son la elección principal en fábricas, talleres y sistemas industriales automatizados.
Más información: 5 diferencias entre un motor trifásico y uno monofásico
Eficiencia energética y sostenibilidad
Los motores eléctricos de baja tensión destacan también por su impacto positivo en términos energéticos y ambientales. Al requerir menos energía para funcionar y poder combinarse con variadores de velocidad, permiten un control preciso del consumo, reduciendo pérdidas y emisiones indirectas.
Además, modelos diseñados bajo normas de eficiencia IE3 o IE4 ofrecen un menor desperdicio energético y mayor vida útil, lo que los convierte en aliados del desarrollo sustentable.
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Movilidad eléctrica: el caso Sero Electric
Un ejemplo concreto del uso innovador de motores de baja tensión es el proyecto Sero Electric, el primer vehículo eléctrico urbano de fabricación nacional. En esta iniciativa, Motores DAFA desarrolló un motor eficiente, compacto y silencioso, ideal para la movilidad urbana sostenible.
La aplicación de motores eléctricos en vehículos livianos —como scooters, triciclos eléctricos o autos urbanos— está en crecimiento, y ofrece una alternativa limpia a los combustibles fósiles.
Leé más: Vehículo eléctrico Sero Electric impulsado por motores DAFA
Conclusión
Ya sea en procesos industriales, hogares, agricultura o movilidad, el motor eléctrico de baja tensión se ha consolidado como una solución versátil, eficiente y sustentable. Su desarrollo y adopción están marcando el rumbo de una industria que apuesta por la automatización, el ahorro energético y el cuidado del medio ambiente.
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