La pandemia del COVID 19 marcó un antes y un después en relación a la importancia de la higiene personal y la sanitización y ventilación de los ambientes. Estos factores se han vuelto muy relevantes para el cuidado de la salud, más aún en lugares en los que se generan grandes concentraciones de personas. Por ejemplo en los ferrocarriles y subtes, donde existen métodos específicos para cuidar la calidad del aire.
A las medidas de protección personal (uso obligatorio del barbijo, uso de alcohol y distanciamiento social) dentro de los vagones, se agrega otra fundamental que está relacionada con la renovación constante del aire que se respira. Los sistemas de ventilación forzada son los responsables por esta parte de la desinfección de los vagones y los motores eléctricos que los hacen funcionar se volvieron fundamentales.
Frecuencia de la renovación del aire
Como consecuencia de la pandemia por COVID 19, para el transporte público en general, se estableció que es necesario renovar completamente el aire de la unidad un mínimo de 20 veces por hora.
Esta ventilación en trenes y subtes consiste en asegurar el reemplazo de todo el volumen de aire contenido en el vagón. Se debe realizar SIN RECIRCULACIÓN del mismo. Es decir, tomando aire que ingresa del exterior que desaloja el aire viciado contenido en el interior hacia afuera de la unidad.
Cómo se comporta el flujo de aire
El flujo de aire debe barrer todo el compartimento del vagón ingresando desde arriba. Empujando hacia el piso el aire viciado de la unidad junto con el virus. Este aire escapa a través de rejillas que se encuentran disimuladas debajo de los asientos.
Los sistemas de forzado de ventilación en trenes aseguran que no existan zonas del vagón donde quede acumulado el aire viciado.
De este modo nos aseguramos que las microgotas que contienen el virus SARS-CoV-2 sean empujadas hacia abajo, alejándolas de las vías respiratorias.
Sin embargo, este virus no debería ser la única razón para preocuparse por renovar el aire en espacios cerrados ya que, además de otros virus y bacterias que circulan en el ambiente y pueden infectarnos, existen otras sustancias presentes en el aire que son nocivas para nuestro organismo. Por lo tanto, la periodicidad de recirculación del aire en el transporte público es algo a contemplar más allá de esta pandemia.
¿Qué otros elementos son perjudiciales para la salud?
Entre los principales contaminantes del aire interior se encuentran el radón (un gas radioactivo que se forma en el suelo), los gases o partículas de combustibles quemados, los productos químicos (productos de limpieza) y los alérgenos. El monóxido de carbono, los dióxidos de nitrógeno, las partículas y los compuestos orgánicos volátiles son otras sustancias que pueden encontrarse también en espacios cerrados.
Vagones con ventanas de paño fijo y con apertura manual
El cumplimiento de esta regulación se aplica tanto a vagones con ventanas de paño fijo como a aquellos que tienen ventanas que puedan abrirse. El hecho de que ventilen de forma natural no impide el uso de equipos de ventilación forzada de flujo de aire descendente.
Mantenimiento
Con respecto al mantenimiento, es imprescindible asegurar el correcto funcionamiento del motor eléctrico que hace funcionar el sistema, y la limpieza o reemplazo frecuentes de los filtros del equipo.
*Este artículo fue posible gracias al aporte del Ing. Alejandro Martino, Ingeniero Industrial y Laboral.